- ya estamos casi en los 17 meses y Yumbrel está hermosa, lo nuevo son las rabietas, las ideas propias, las ocurrencias...jugar a los bebotes e imaginar que los alimenta, los baña, les cambia los pañales, elegir que ropa usar y no ponerse lo que no le gusta, usar mochilas, bolsos, haber dejado el chupete (aunque si lo encuentra por ahí, un ratito se lo pone) jugar, muchísimo, con otros niños, con sus cosas...con los animalitos de la casa. se nos agrandó la tribu, ahora ve a 3 de los 4 abuelos todos los días, a dos de sus tíos al menos, tiene un primito nuevo y lo ama, amigos del barrio...creo que es felíz. es buena, entiende que me tengo que ir a trabajar y no dice ni A cuando vienen a buscarla, pero en la tarde me reclama y nuestro desquite es dormir juntas...tanto amor...seguimos creciendo juntas, intentando coincidir en cada espacio...difícil es terminar un año...supongo que para ella también.
La partera cierra la puerta, le dice al comité de bienvenida de afuera que ya es hora de irse "la primer noche es solamente para la mamá y el papá". Y ahí estamos. Mamá: sedada de cintura para abajo, sin poder hablar, a los tiritones; papá, cansado y enojado porque le prometieron que iba a entrar y escucho el primer llanto de su hija desde afuera; bebé: envuelta en mil mantas y blanca, reluciente de limpia. También está a mi lado la chica sin bebés y su suegra que la cuida. Juan pone a Yumbrel en mi pecho. Notese que aún no conozco la cara de la beba, no puedo hablar y estoy sin fuerzas así que no he dicho nada, pero quiero ver si sus ojos son como los soñe: negros profundos y rasgados. la gorda roza el pecho, mis pechos son bastante pequeños incluso hinchados como están, el pezón se le corre de la boca, con el brazo donde tengo la vía casi no puedo agarrarla , tengo todo su peso con una mano. Juan intenta dormir en el sillón. Yumbrel llora porq...
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