Una desde el momento que se entera de que va a ser madre comienza a cambiar cada conducta que supone o sabe que puede perjudicar al pequeño embrión. Modifica rutinas, se replantea cada práctica diaria, desde la alimentación a la posición al dormir. ¿Qué no haríamos por ese poroto invasor?
Pero ¿qué pasa si es algo dentro nuestro lo que ataca al diminuto ser, si es nuestro propio cuerpo el que juega en contra? Ese siempre fue un temor importante para mí. Yo sabía lo que podía controlar, pero las variables que yo no podía manejar eran mi mayor fantasma.
Una gran amiga quedó embarazada hace algunos años. A los dos meses, durante un viaje, comenzó con algunas pérdidas. Se lo atribuyeron a tanto trajín, a las caminatas, el esfuerzo y le dieron unos días de reposo. Luego de eso todo parecía ir desarrollándose normalmente, pero, lamentablemente, en la ecografía del 5to mes se dieron cuenta de que el embarazo estaba detenido. No hay por qué describir el momento espantoso de perder un feto de esa edad y ese tamaño. Antes del año, quedó embarazada de nuevo. En los análisis realizados en ella y en el feto no habían encontrado ninguna anomalía, así que volvió a intentarlo. En los primeros meses se volvió a repetir lo de la pérdida y una amiga bioquímica le sugirió hacerse el estudio de la sangre para ver si tenía TROMBOFILIA . Cuando mi amiga lo consultó con su médico, el tipo le dijo, "no hace falta, yo no hago ese estudio hasta la 2da pérdida al menos". ¿Qué hizo ella? cambió de médico, inmediatamente y se hizo los análisis. Le dio positivo. La trataron con heparína y, a pesar de haber sido un "embarazo de riesgo", salió todo muy bien y tuvo un bebé hermoso y sanito.
Parece que antes no se sabía mucho sobre este tema y ahora se ha empezado a notar que las mujeres con abortos recurrentes sin motivo aparente podrían sufrir esta condición. Todavía se siguen realizando estúdios al respecto, pero me parece importante que nosotras, mujeres, seamos las que difundamos el tema, propongamos el análisis, que lo hablemos. Lo que no se habla no existe y me parece que aún hay mucho desconocimiento sobre el tema. Yo no lo sabía hasta que paso lo de mi amiga y a la gente que se lo comento tampoco parece conocer sobre el asunto.
Para pensar...
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