Primera ecografía. ¿Cómo elegir dónde hacerla y con quién?
Primer feto, no tengo idea. Llamo a Claudia, mi única amiga que ha tenido un bebé en los últimos tiempos.
Llegamos al Doctor Bertolo por recomendación de ella, obviamente. Para complicarla más, en el trabajo confundieron mis papeles y la obra social que tenía me dio de baja y la nueva todavía no me da el alta así que hay que ponerse.
Esperamos un rato en la Sala de Espera. Está muy lleno y hay niños de todos los tamaños por todos lados. Puedo sentir el latido del bebé que monitoréan en la habitación de al lado. Tantas preguntas.
Por fin nos toca. Me siento desfallecer. Hasta que no escuche su corazón no puedo volver a respirar. Nunca estuve tan nerviosa. Nunca.
El doctor es muy amable, hace chistes. Me acuesto en la camilla. Siento el gel frío. Bertolo dice: "es muy pequeño, con tan pocas semanas es probable que no escuchemos el corazón".
De pronto lo veo: un poroto alubia en un pequeño monitor. Mide 2,5cm, dice el Doc. Aumenta el volumen para que podamos escuchar y ahí está: el sonido más hermoso del mundo. Un Tambor que nos ensordece, fuerte y veloz. Me transporto a otro mundo. Los ojos llenos de lágrimas no me dejan ver la imagen. Pero no importa.
El doctor pronuncia la frase más esperada de mi vida: "está bien tu bebé". Por fin vuelvo a respirar, no me canso de escuchar su corazón. Que sonido hermoso. El doctor sigue: "sí, está muy pero muy bien tu piojita"
¿¿¿¿Piojita????
Primer feto, no tengo idea. Llamo a Claudia, mi única amiga que ha tenido un bebé en los últimos tiempos.
Llegamos al Doctor Bertolo por recomendación de ella, obviamente. Para complicarla más, en el trabajo confundieron mis papeles y la obra social que tenía me dio de baja y la nueva todavía no me da el alta así que hay que ponerse.
Esperamos un rato en la Sala de Espera. Está muy lleno y hay niños de todos los tamaños por todos lados. Puedo sentir el latido del bebé que monitoréan en la habitación de al lado. Tantas preguntas.
Por fin nos toca. Me siento desfallecer. Hasta que no escuche su corazón no puedo volver a respirar. Nunca estuve tan nerviosa. Nunca.
El doctor es muy amable, hace chistes. Me acuesto en la camilla. Siento el gel frío. Bertolo dice: "es muy pequeño, con tan pocas semanas es probable que no escuchemos el corazón".
De pronto lo veo: un poroto alubia en un pequeño monitor. Mide 2,5cm, dice el Doc. Aumenta el volumen para que podamos escuchar y ahí está: el sonido más hermoso del mundo. Un Tambor que nos ensordece, fuerte y veloz. Me transporto a otro mundo. Los ojos llenos de lágrimas no me dejan ver la imagen. Pero no importa.
El doctor pronuncia la frase más esperada de mi vida: "está bien tu bebé". Por fin vuelvo a respirar, no me canso de escuchar su corazón. Que sonido hermoso. El doctor sigue: "sí, está muy pero muy bien tu piojita"
¿¿¿¿Piojita????
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