Neo llegó a nuestras vidas una noche. Se lo habían sacado a su mamá, junto a sus 2 hermanitos. Los repartieron, uno a cada familia, así Neo llegó a casa.
De pronto mi vida cambió de repente, cada 3hs exactas Neo necesita su leche de fórmula, ayuda para sus necesidades, aseo y calor. Protección. No puedo salir mucho de casa, salvo que Juan se quede a cuidarlo, pero es hermoso verlo crecer.
Tenía 3 días de vida cuando lo llevaron a casa. Pasan los días y Neo crece, se pone cada vez más hermoso, más grande, más pícaro y juguetón.
Ha sido una experiencia maravillosa criarlo.
45 días después, Neo se va con otra familia, ellos lo adoptan como uno más y se lo llevan de mi lado.
Neo es un perro. No puedo evitar llorar. Durante días…fui su madre...fue mi hijo…las razas no importan, sólo el amor y yo lo amé. Y él me amo.
Bueno, ahora sé que puedo criar a un recién nacido de otra raza y pasarme noches sin dormir por él…¿qué será uno capaz de hacer por uno propio, no?
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