Esto empieza el sábado 4 de junio, posteriormente a que mi padre me dijera "este sábado vas a estar pariendo". Al mediodía vino mi amiga Noelia a almorzar conmigo y le dije "ya empecé mi trabajo de parto".
¿Cómo lo sabía? mis contracciones estaban en 7 minutos ese día y de vez en cuando me daban unas fuertes que hacían que me doliera bastante la cintura. Me inclinaba, respiraba y pasaba. No quería seguir molestando con mis falsas alarmas así que dije: "tranquila, esto recién empieza, tomemos cada momento con calma". Así que mi sábado transcurrió normalmente, aunque yo sabía que todo estaba empezando y eso me ponía feliz y me motivaba a estar positiva.
Esa noche vinieron mis amigas Pato y Desi, mis contracciones dolorosas eran mas seguidas y me sentía un tanto incómoda en la postura que me pusiera, había un gatito hermoso que había llegado hacía dos días a casa y me mantenía concentrada. Sé que los gatos aparecen en las casas para llevar su protección y me parecía maravilloso que viniera a acompañarme justo en este momento.
Las chicas tenían hambre y querían ir al automac de cerca de casa a buscar hamburguesas. Yo ahí solamente puedo pedir el tostado de queso solo (soy ovo-lácteo-vegetariana) y les dije "yo debería comer mejor, tal vez sea mi última comida". Pero no tenía ganas de cocinarme nada y mi última cena terminó siendo dos tostaditos de queso que fuimos a buscar en el citroen mientras aumentaban mis contracciones, por el hecho lógico de andar en movimiento...
Las chicas se fueron y me fui a dormir, esperando que el parto no se desencadenara en la madrugada porque estaba realmente muy cansada.
No dormí bien esa noche, no podía, las contracciones eran bastante frecuentes, cuando lograba dormirme lo hacía profundamente pero seguía sintiendo los movimientos de mi cuerpo.
En uno de mis momentos despierte me dí cuenta de que algo había sido expulsado de mi cuerpo y fui al baño a verificar de qué se trataba: era un pedazo grande de una especie de gelatina transparente mezclada con algunas partes mas rosaditas, pero nada de sangre. El tapón mucoso. Ahora sí, no hay otra, es inminente.
¡Qué emoción! ¡¡Yumbrel ya vamos a conocernos mi bebé!! Ahora sí no puedo dormir más. Dormito, me dejo ir en ensueños pero ya no puedo dormir. Voy a tener un bebé. Hoy.¿Cómo voy a dormirme?
A las 7hs de la mañana no aguanto más, despierto a Juan y le digo ¡Hoy vamos a tener un bebé! No parece emocionado, creo que no me cree... Yo estoy segura, no necesito que nadie mas me diga qué me pasa.
Supe cuando quedé embarazada y sé que estoy de parto. El cuerpo es sabio y me lo dice, puedo escucharlo bailar la eterna danza del parto humano. Mi ser se está abriendo.
Bueno, mejor desayuno algo antes entonces...
¿Cómo lo sabía? mis contracciones estaban en 7 minutos ese día y de vez en cuando me daban unas fuertes que hacían que me doliera bastante la cintura. Me inclinaba, respiraba y pasaba. No quería seguir molestando con mis falsas alarmas así que dije: "tranquila, esto recién empieza, tomemos cada momento con calma". Así que mi sábado transcurrió normalmente, aunque yo sabía que todo estaba empezando y eso me ponía feliz y me motivaba a estar positiva.
Esa noche vinieron mis amigas Pato y Desi, mis contracciones dolorosas eran mas seguidas y me sentía un tanto incómoda en la postura que me pusiera, había un gatito hermoso que había llegado hacía dos días a casa y me mantenía concentrada. Sé que los gatos aparecen en las casas para llevar su protección y me parecía maravilloso que viniera a acompañarme justo en este momento.
Las chicas tenían hambre y querían ir al automac de cerca de casa a buscar hamburguesas. Yo ahí solamente puedo pedir el tostado de queso solo (soy ovo-lácteo-vegetariana) y les dije "yo debería comer mejor, tal vez sea mi última comida". Pero no tenía ganas de cocinarme nada y mi última cena terminó siendo dos tostaditos de queso que fuimos a buscar en el citroen mientras aumentaban mis contracciones, por el hecho lógico de andar en movimiento...
Las chicas se fueron y me fui a dormir, esperando que el parto no se desencadenara en la madrugada porque estaba realmente muy cansada.
No dormí bien esa noche, no podía, las contracciones eran bastante frecuentes, cuando lograba dormirme lo hacía profundamente pero seguía sintiendo los movimientos de mi cuerpo.
En uno de mis momentos despierte me dí cuenta de que algo había sido expulsado de mi cuerpo y fui al baño a verificar de qué se trataba: era un pedazo grande de una especie de gelatina transparente mezclada con algunas partes mas rosaditas, pero nada de sangre. El tapón mucoso. Ahora sí, no hay otra, es inminente.
¡Qué emoción! ¡¡Yumbrel ya vamos a conocernos mi bebé!! Ahora sí no puedo dormir más. Dormito, me dejo ir en ensueños pero ya no puedo dormir. Voy a tener un bebé. Hoy.¿Cómo voy a dormirme?
A las 7hs de la mañana no aguanto más, despierto a Juan y le digo ¡Hoy vamos a tener un bebé! No parece emocionado, creo que no me cree... Yo estoy segura, no necesito que nadie mas me diga qué me pasa.
Supe cuando quedé embarazada y sé que estoy de parto. El cuerpo es sabio y me lo dice, puedo escucharlo bailar la eterna danza del parto humano. Mi ser se está abriendo.
Bueno, mejor desayuno algo antes entonces...
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